HISTORIA DE LA Fuerza Aérea Colombiana

Inicios

La aviación colombiana nació gracias a las inquietudes del pamplonés Camilo Daza. Fue así como el día 7 de septiembre de 1916, al impulso del Club Colombiano de Aviación, convertido en un positivo "grupo de presión", el Congreso Nacional expidió la novísima Ley 15 de 1916, por la cual se disponía el envío a Europa de una comisión de militares, para enterarse de los avances bélicos, pero principalmente de la aviación. Al sancionar esta primera Ley Aérea, el presidente de la República José Vicente Concha, exclamó: "Está muy cercano el día en que Colombia tenga su propia aviación".

Conocidas las experiencias de la Primera Guerra Mundial sobre el empleo de la aviación como arma de combate, una vez superados los problemas económicos, el Congreso colombiano, exhortado por el presidente Marco Fidel Suárez, demostró la necesidad de que las instituciones militares fortalecieran sus capacidades, introduciendo definitivamente en su organización las unidades aéreas. De esta manera, se originó la aviación militar en Colombia y se sancionó el 31 de diciembre la Ley 126 de 1919, la cual creó la Aviación Militar Colombiana como quinta arma del Ejército Nacional.

Con el fin de garantizar el desarrollo de la aviación en Colombia, el presidente Marco Fidel Suárez gestionó con su homólogo francés, Alexandre Millerand, el envío al país de una misión militar aérea y la adquisición de las primeras aeronaves militares. Francia tenía por aquella época muchos pilotos militares veteranos, sobrevivientes de la Primera Guerra Mundial, y una floreciente industria aeronáutica.

El Caudron G-III E-2 de origen francés, otro de los primeros aviones de la Fuerza Aérea.

La guerra con Perú

En la década de 1920, existían grandes diferencias entre la aviación comercial nacional, que entonces era la más avanzada de América del Sur, y la aviación militar, que apenas contaba con unos pocos aviones de escuela.

Empeoró, cuando comenzó el conflicto con el Perú, en 1932, la aerolínea SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos) prestó al gobierno de Colombia sus aeródromos y equipos, y sirvió de escuela a los pilotos en la operación de los hidroaviones, botes volantes, anfibios Sikorsky y otras máquinas de las que disponía.

El 1 de septiembre de 1932 un grupo de 48 civiles peruanos, al mando del alférez del ejército peruano (en situación militar de retiro) Juan Francisco La Rosa Guevara, ingresó a Leticia capturando a las autoridades y guarnición colombiana allí destacada, siendo expulsados hacia la frontera brasileña, situación que evolucionó en una doble declaratoria de guerra.

Para la época, la Aviación del Ejército contaba con 16 aviones: tres Curtiss Fledgling J-2 de entrenamiento, ocho Comte Wild X de observación y ataque, cuatro Curtiss-Wright CW-14 Osprey de entrenamiento y un Curtiss Falcon O-1 de combate que volaban desde la única Base Aérea con que se contaba, la de Madrid, sede de la escuela militar de aviación.

Por el contrario, la aviación peruana estaba mejor dispuesta y contaba con muchos más pilotos y aviones que la colombiana. Poseía bases aéreas en el nororiente de su territorio ubicadas en Puca, Barranca y Pantoja, sobre el río Napo, en Itaya, cerca de Iquitos y en la misma Leticia recién ocupada; disponía de dos escuadrones de entrenamiento, uno de reconocimiento, uno de enlace, uno de transporte, uno aeronaval y seis de combate.

La acción más importante se llevó a cabo en Güepí, guarnición peruana sobre la orilla derecha del río Putumayo, el 26 de marzo de 1933. La Aviación Militar hizo presencia en la zona con 11 aviones de ataque, seis Curtiss F11C Goshawk, tres Wild X y dos CW-14 Osprey de caza y bombardeo. El combate fue muy intenso; la aviación por espacio de ocho horas consecutivas estuvo hostigando y ablandando las posiciones enemigas, para que las fuerzas terrestres y fluviales pudieran cruzar el río y ocuparlas.

El 16 de abril del mismo año, se registró otro enfrentamiento en la margen izquierda del río Putumayo, en Puerto Calderón. El último enfrentamiento tuvo como escenario el río Algodón.

Durante los nueve meses del enfrentamiento armado, la aviación militar colombiana perdió cuatro pilotos y cuatro mecánicos, tres colombianos y un alemán en cada caso; en 4 accidentes por fallas mecánicas perdiendo cuatro aviones: un Falcon O-1, un CW-14 Osprey, un Junkers F-13 y un Hawk II F-11.

El Cuerpo de Aviación del Perú perdió tres aviones derribados además de un hidroavión Douglas O-38P accidentado y capturado por el ejército colombiano y que la Aviación Militar Colombiana puso en condiciones de vuelo para exhibición como trofeo de guerra antes de ser devuelto al Perú.

Hawk II F11C, de origen estadounidense, en el combate de Güepí, el cual duró ocho horas.


Soldados colombianos junto a un Junkers W 33.

La Segunda Guerra Mundial

En plena Segunda Guerra Mundial tuvo lugar la ruptura diplomática entre Colombia y los Países del Eje (Alemania, Italia y Japón), el 18 de diciembre de 1941, cuando el presidente Eduardo Santos tomó la decisión a raíz del ataque japonés a las bases militares, navales y aéreas de Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawái. A partir de entonces, el gobierno colombiano implantó medidas especiales para limitar y contrarrestar la acción militar del Eje en áreas de la jurisdicción nacional.

Sin embargo, el 23 de junio de 1942 un submarino alemán atacó y hundió la goleta colombiana "Resolute", 50 millas al noroeste de la isla de San Andrés. Esta misma goleta había rescatado días antes a cinco oficiales y 23 marinos de la Armada Real Británica sobrevivientes de un hundimiento ocurrido 200 millas al norte de Cartagena.

A raíz de estos hechos, el gobierno tomó la decisión de patrullar y vigilar la Costa Caribe colombiana. La Base Aérea de Palanquero dispuso para ello el desplazamiento a Barranquilla de uno de sus Escuadrones de Combate, denominado Escuadrón de Reconocimiento y Combate, formado por aviones Falcon F-8. En 1943, los Falcon fueron relevados de la misión y reemplazados por los Texan AT-6. Este Escuadrón estuvo activo hasta 1945, cuando los AT-6 fueron trasladados nuevamente a Palanquero.

El Texan AT-6 de origen estadounidense sirvió de apoyo durante la Segunda Guerra Mundial, defendiendo así la costa Caribe del país.

Años 1940-1950

En 1947, se crea el aeródromo nacional de Apiay, cambiando su nombre luego a Base Aérea de Apiay el 17 de noviembre de 1948, hoy en día es la sede del Comando Aéreo de Combate n.º 2.

En 1953 llegan al país los primeros helicópteros OH-23 Raven. En 1954 llegan los primeros OH-13 Sioux, debido al incremento en la flota de helicópteros se crea en Melgar, Tolima, la primera Base Aérea de Helicópteros de Colombia, actualmente Base Aérea “Teniente Coronel Luis F. Pinto Parra”, sede del Comando Aéreo de Combate n.º 4 y de la Escuela Conjunta de Helicópteros de las Fuerzas Militares.

En ese mismo año llegan a la FAC los primeros aviones con motores a reacción, los Lockheed T-33 Silver Star, siendo esto un hito para la institución.

año siguiente llegan los Lockheed F-80 Shooting Star.

En 1956 llegan los Canadair Sabre Mark IV adquiridos a Canadá.

En 1955 llegan los bombarderos A-26C Invader asignados a la base aérea de Apiay. También llegaron en esa época el DHC-2 Beaver, el C-45B Expediter, el C-54 Skymaster,y el Aero Commander L-26.

En 1959, con la inauguración del Aeropuerto Internacional El Dorado, se crea la Base Aérea de Transporte Militar, luego renombrada como Base Aérea "Brigadier General Camilo Daza", sede hoy del Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM).

Helicóptero de observación OH-13.


Lockheed T-33A Shooting Star USAF.


Lockheed P-80/F-80 Shooting Star.


Douglas A-26 (B-26) Invader.

Años 1960-1970

En 1962, durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo se decide crear una aerolínea con el fin de integrar económica y socialmente a las regiones más apartadas del país, es así como surge el Servicio Aéreo a Territorios Nacionales, SATENA.

En 1977, se crea en Malambo, Atlántico, el Grupo Aéreo del Norte, actualmente Comando Aéreo de Combate n.º 3. El Grupo Aéreo del Caribe, GACAR, localizado en San Andrés, nació en 1979 para defender la soberanía nacional sobre el archipiélago de San Andrés y Providencia, ante las pretensiones de Nicaragua de apoderarse de la isla.

ATR 42 de Satena.

Años 1980-1990

En 1983 se crea la Base Aérea de Marandúa, en Vichada, sede del Grupo Aéreo de Oriente. Finalmente, en 1990 se activa la Base Aérea de Ríonegro, Antioquia, sede actual del Comando Aéreo de Combate n.º 5.

Años 2000- Actualidad

Actualmente la actuación de la FAC es decisiva en los golpes a las estructuras terroristas e inmovilización y derribo de aviones al servicio del narcotráfico, siempre como parte de la aviación militar colombiana conjuntamente con la Aviación del Ejército (AVIAEJEC), Área de Aviación Policial y la Aviación Naval de la Armada.

AH-60 Arpía III.


Wikipedia. (s.f.). Fuerza Aérea Colombiana, la enciclopedia libre. Recuperado el 4 de octubre de 2024, de https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerza_A%C3%A9rea_Colombiana